Cosquín Rock – Día 1 – 12 de febrero – el festival del reencuentro

El pasado verano 2021 fue muy distinto para muchos. En el medio de la pandemia, el encuentro presencial del Cosquín Rock en el aeródromo de Santa María de Punilla se tuvo que posponer por un año. Motivo suficiente para que la edición actual tuviera una carga emotiva especial: el reencuentro del público federal (prácticamente de todas las provincias, con presencias internacionales, especialmente uruguayas y chilenas) y los artistas.

Ocho escenarios distribuidos en nueve hectáreas (rodeados de propuestas gastronómicas, estéticas, culturales, de servicios, etc.). Casi 80 protagonistas distribuidos en más de 12 horas de música, que entretuvieron con sus shows a 45 mil personas. El sol y el buen tiempo, la ausencia de la lluvia (un clásico de todas las ediciones) y las bajas temperaturas por la noche fueron los condimentos justos para esta edición histórica.

El Escenario Boomerang fue una de las nuevas tablas para esta entrega, especie de puesta boutique que por su ubicación junto al Escenario Paraguay se convirtieron de alguna forma en un festival en paralelo. Por allí pasaron Silvina Moreno, Paz Carrara, Vale Acevedo, Manu Martínez, Doppel Gangs, Anyi, Plastilina y el cierre a cargo de los locales y ascendentes Hipnótica.

La alternatividad prevaleció sobre el Paraguay. Allí se sucedieron Rosa Profunda, Intendente, Telescopios, Valdés, Juana Molina (una esperada participación en el CR), Peces Raros (la banda platense se encuentra presentando su recomendado cuarto disco “Dogma”) y el cierre con la Fiesta Bresh.

La Casita del Blues se convirtió a esta altura del festival en un espacio clásico e indispensable para los amantes del género y algún que otro derivado. Entre nóveles y consagrados, el line up estuvo conformado por 29 Caminos Blues, Alapar, Marlene, Celeste Carballo, Cristina Dall & Excipientes, Jimmy Rip & The Trip, Chris Cain y La Mississippi.

El Escenario Córdoba albergó la lista más larga de artistas que se mostraron desde tempranas horas de la tarde hasta entrada la madrugada del domingo. Barrio Limbo, Bárbara Katrich, Valuki, Gris Bemol, Rhemo, Ficción, Smoke Sellers, Sol Pereyra, Juan Terrenal, Micky y La que Faltaba, Juanse & the Mustang Cowboys, Nonpalidece, Valterson, Monada y Los Tabaleros, lo que se dice, un escenario con una diversidad total.
Metal Club fue el retorno temático del heavy metal al CR. Lamentando la ausencia de Arde la Sangre (por cuestiones de COVID19), el género estuvo bien representado por Marino´s Band, Mathogo Vox, Santamalta, GTX, Plan 4, Pésame y Horcas.

Como se realizó en otras ediciones con bandas como Los Pericos, Molotov y Los Auténticos Decadentes, fue el turno de Las Pelotas (dieron el presente en todas las ediciones) en tener su propio escenario y tocar ambos días. Mientras que en los días previos al festival se creía que nos encontraríamos con una banda en formato acústico (teniendo en cuenta la salida del disco “Versiones desde casa”), la carpa de circo que los hospedó fue pura electricidad en manos de Germán Daffunchio y los suyos.

Nuevamente los Escenarios Norte y Sur, ambos de igual relevancia (aunque el Norte al estar más cerca de los accesos de ingreso se convierte en el primer referente), fueron los que acapararon la mayoría del público. La diversidad de propuestas volvió a reinar en los dos. Por el Sur dejaron su huella Zenón Pereyra, Malena Villa, Clara Cava, Gauchito Club, Soy Rada and The Colibriquis, Silvestre y La Naranja, Turf (muy esperados por su garantía de fiesta, que incluyó el cover “Lamento Boliviano”), Zoe Gotusso (la solista cordobesa ya se consolidó como una de las grandes promesas sin límites de fronteras), Julieta Venegas (una de las figuras internacionales que sobresalió y que desplegó sus hits que todos querían escuchar), La Delio Valdéz, Cami, Trueno (que contó con las presencias de Nicki Nicole, Wos y Tiago PZK, coronando así a la música urbana como parte del festival), El Kuelgue, y el cierre (también internacional) con el DJ y productor de house francés Sébastien Léger.

El Escenario Norte abrió temprano con el metal gótico de Inazulina, seguido del rock de Escalópez (que incluyeron “Que sea rock” de Riff). Luego llegarían los primeros banderazos y el sentir del público de la mano de dos bandas platenses, Sueño de Pescado y Cruzando el Charco. Contundente fue el set de Eruca Sativa que dejó con ganas de más. Luego vendría el turno de los reyes del indie rock, El Mató un Policía Motorizado (otra banda made in La Plata). Promediando la tarde, Wos revalidó el título de “el rapero más rockero”, acompañado de su contundente banda y con un público de todas las edades y preferencias musicales que apoyan el ascendente camino del solista. Skay y los Fakires sigue siendo uno de los números artísticos más destacados en la historia del festival. El corazón de Patricio Rey no necesitó engrosar mucho la lista de temas “redondos” (“Ji Ji Ji”, “Criminal Mambo”, “El pibe de los astilleros” y “Nuestro amo juega al esclavo”) para marcar nuevamente la diferencia y posicionarse como lo más destacado de la primera jornada. Aunque catalogados como un clásico del CR, la diferencia estética y musical siguen siendo una constante en Babasónicos, que desplegó una catarata de hits entrada la noche del sábado. Ciro y Los Persas (nuevamente el showman del evento, con su hija Manuela y Wos de invitados), Guasones (con Jimmy Rip de invitado)y la fiesta de Los Auténticos Decadentes elevaron la temperatura de una fría noche y coronaron con sus grandes canciones un regreso triunfal del festival, luego de un receso obligado por el confinamiento. El invitado sorpresa del combo de Cucho y Serrano fue Ricardo Enrique Bochini (los Decadentes estuvieron en diciembre pasado en el homenaje de este prócer del fútbol en el estadio de Independiente). Sin dudas, el primer día fue el reflejo del slogan del festival, “celebremos el presente”.

txt: Martín Pozzo

fotos: Sepia fotografía