Patricia Sosa y La Orquesta AA 2000 en el Luna Park

Luego de sus exitosos shows sold out en junio de este año, Patricia Sosa iluminó el mítico escenario del Luna Park de Buenos Aires en un espectáculo inolvidable que incluyó grandes éxitos de su repertorio y poderosos mensajes que llegaron al corazón de los presentes.

Algunos minutos después de las 21 comenzaron a escucharse los sonidos de la orquesta sinfónica AA 2000, dirigida por el maestro Néstor Tedesco, abriendo el show y anticipando lo que se venía. Finalmente, Patricia hizo su entrada cantando “Salva lo que queda”, la canción elegida para dar comienzo a su show de más de dos horas de duración. Sus poderosas notas vocales, combinadas con la armonía de la orquesta sinfónica, crearon una experiencia musical que trascendió los límites de lo convencional.

Le siguieron “Estamos en acción”, “Tratando de cambiar el mundo” y “Canta”, canciones que, a pesar de haber sido escritas tiempo atrás, logran tener más vigencia que nunca en la actualidad. Lo mismo ocurrió más adelante cuando Patricia cantó “No te rindas” o “Un mundo sin violencia” que despertaron gran emoción y extendidos aplausos de todo el Luna Park. Más allá de las canciones también resonaron en cada rincón del Luna las palabras de la artista en sus mensajes de unidad y no violencia.

No faltaron baladas clásicas como “Luz de mi vida” o “Endúlzame los oídos” que convivieron en perfecto equilibrio con éxitos rítmicos como “El mar más grande que hay” o el recordado y energético “Solo quiero rock and roll”. La noche también tuvo una imponente interpretación de “Alfonsina y el mar” en homenaje a Ariel Ramirez y Félix Luna que terminó con el estadio de pie aplaudiendo a la artista.

Esta experiencia musical contó con los arreglos orquestales realizados por Daniel Vilá que fueron ejecutados con gran profesionalismo los jóvenes músicos de la orquesta AA200 y acompañados por la banda de Patricia Sosa integrada por Mariano Mere (teclados, coros), César Cirera (guitarras), Gustavo Giuliano (bajo), Pablo Garrocho (batería, coros), Marta Mediavilla y Laura González (coros).

La fusión de estilos y ritmos musicales, combinada con letras profundas y emotivas, mantuvo a la audiencia cautivada de principio a fin. Fue un espectáculo que trascendió lo musical, convirtiéndose en un evento que dejó una marca imborrable en el corazón de todos los presentes.