Dios atiende en CABA

Paul McCartney, la leyenda viviente

El sábado 23 de marzo se concretó la cuarta visita al país de Sir Paul McCartney, en esta ocasión, en el Campo Argentino de Polo. En el marco de una noche inolvidable,  con la luna y la ciudad como espectadores, 60.000 personas pudieron vivir una clase magistral de rock. Una deficiencia grave en la intensidad del volumen, marcó la mancha a una puesta en escena inmejorable.

Con 76 primaveras a cuestas (el 18 de junio cumple 77) Paul paseó por su extensa discografía. Comenzó con “A Hard Day’s Night”, como lo viene haciendo durante toda la gira del Freshen Up Tour, presentando su último álbum Egypt Station. Ese fue el puntapié inicial para un viaje inolvidable donde se intercalaron temas de The Beatles, Wings y su etapa solista. Con un español mucho mejor que el de otros artistas, tuvo un diálogo fluido durante toda la  noche con sus fans.

Apoyado en una banda ajustada que lo viene acompañando en los últimos años, más una sección de vientos, Macca tuvo el colchón necesario, en los momentos en que su voz no lograba llegar a buen término. “All My Loving”. “Letting Go” y “Got to Get You Into My Life” fueron parte de un set list sin desperdicio para los amantes del bajista de Liverpool.

Solo Sir Paul puede poner un manto de intimidad frente a 60 mil personas para entonar “My Valentine” dedicada a su esposa Nancy y “Nineteen Hundred and Eighty-Five” para que los fanáticos de Wings tampoco se queden con las ganas. “Esta es la primera canción que grabaron los Beatles“, comentó en su español rudimentario y sonó “In Spite of All the Danger”, de The Quarrymen. La metralleta de clásicos seguía disparando “From Me to You”, “Dance Tonight” y el super coreado “Love Me Do”. El tema preferido de nuestro Pedro Aznar “Blackbird”, lo fue elevando a Paul sobre el escenario, dejándolo a varios metros por encima del suelo; para luego volver y dedicarle “Here Today” a Lennon. “Escribí está canción para mí hermano John. ¡Arriba John!”.

“Eleanor Rigby” y la psicodélica de “Being for the Benefit of Mr. Kite!” dio paso a una versión con ukelele de  “Something” que luego sumaría a toda la banda, con dedicatoria a George Harrison incluida. “Ob-La-Di Ob-La-Da”, “Band on the Run”, “Back in the U.S.S.R.” y “Let It Be” se escucharon como un gran karaoke. Los autos que circulaban  por Av. Libertador paraban para ver un espectáculo que no podían creer.

El cierre oficial llegaría con la potente versión (mejor, sin  duda, que la de Gun’s &  Roses, 2016 en La Plata) de  “Live and Let Die” con fuegos artificiales, que dio paso a la emotividad con “Hey Jude”, para luego retirarse del escenario…por apenas cinco minutos. “Birthday”, “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, “Helter Skelter”, “Golden Slumbers”, “Carry That Weight” fueron la previa del cierre con “The End”. Paul insistió “ustedes son grosos, copados, nos vemos la próxima”. La leyenda viviente no se rinde y sigue pidiendo pista.

Txt: Javier Arbuatti

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