Pilotos del Caos presenta “La Burguesía Aislada”

“La Burguesía Aislada comenzó siendo nada más que la grabación de cinco canciones en estudio ABD de Fabián Abdala. Durante la grabación de la batería decidimos agregar tres canciones más con la idea de dejar las bases grabadas para terminarlas más adelante. Con el correr de las sesiones de grabación nos dimos cuenta de que no queríamos postergar más nuestras ganas de mostrar lo que hacemos, y por lo tanto pasamos a contar con ocho canciones en proceso de grabación. Mientras tanto no sabíamos que una pandemia nos estaba pisando los talones. Fue en esos días en medio de la mezcla que surgió el nombre “La Burguesía Aislada” a raíz de las noticias que se empezaban a acercar cada vez más. Aunque la idea del nombre no es que se identificara exclusivamente con la situación actual, sino que nos gustó por la multiplicidad de interpretaciones que podían hacerse del mismo, más allá del momento que el mundo atraviesa. Nos pareció que provocaba otras lecturas más profundas sobre la división socio-cultural de nuestras costumbres. En esos días Ailín, una amiga de la banda nos mostró unos dibujos que tenía, y nos enamoramos del que terminó siendo la portada. Además, el arte combinado con el nombre (hasta ahí provisorio) generaba aún más lecturas posibles. Nos faltaba decidir como subirlo a Spotify, Youtube, etc. Hoy se aconseja subir tema por tema, y no un álbum de 8 canciones de un saque. Pero como teníamos muchas ganas de mostrar el material lo antes posible buscamos un término medio y decidimos dividirlo en dos. Por un lado las cuatro canciones que consideramos más oscuras y por el otro las cuatro que nos parecían más luminosas. Y así fue que La Burguesía Aislada terminó siendo una especie de EP doble“, cuentan los integrantes de Pilotos del Caos.

Se conocieron en su lugar de trabajo, unos cuantos metros abajo del cemento: la línea A del subte de Buenos Aires. Pasaron años durante los cuales cada uno realizó sus propias aventuras sonoras, hasta que a finales de 2016 se acercaron, sin proyectar, viviendo el día a día. Tal vez por esa falta de perspectiva (algunos integrantes aún estaban dentro de otras agrupaciones) la cosa se fue dando a fuego lento. Y por impulso, recurrieron a un nombre que había sido utilizado como pseudónimo de Toño en sus grabaciones hogareñas: Pilotos del Caos (véase Scalabrini Ortiz, “El hombre que está solo y espera”) fue aceptado sin perspectivas de shows, grabaciones, etc. Solo necesitaban un nombre para reservar las salas de ensayo y realizar algún que otro trámite. Casi sin esperarlo se volvieron a encontrar con aquella alegría de hacer música juntos, y con un 2017 tocando en vivo en cuanto teatro, pub, y evento pudieran asistir. Así participaron de una serie de shows en Pomo de Palermo, luego en el ciclo Subterradio organizado por la radio de les trabajadores del Subte y Premetro, de ahí al “Encuentro de las juventudes sindicales del Cono Sur” en el predio de FATICA ante unos 300 asistentes de toda Latinoamérica. Y de vuelta Pomo, y Dorian en Recoleta. El 2018 empezó con shows en Pomo, El Templo en Avellaneda, Casa Dasein (donde donaron la recaudación para el fondo de huelga de Metrodelegados luego de una serie de medidas de fuerza que dejaron detenidos a varios delegados y sindicalistas del Subte), LA 15 (fiesta por los casi 10 años de Subteradio), Plasma (como parte de las fiestas “La Decibel”) junto al urgente proyecto de grabar algunas de las canciones de la banda en un ¿disco? ¿álbum? o como se llame ahora en este presente online. El 2019 comenzó con la invitación de la legendaria Saga de Sayweke a realizar un show en Gregon Bar de Almagro, luego una fecha en Kirie de San Telmo, y otra vez junto a la Saga de Sayweke en el bar Che Yo Te Avisé. Meses más tarde volvieron a compartir escenario con La Saga de Sayweke en Dorian Teatro Bar, y con El Vuelto de Ismael Sokol en Rincón Casa Cultural, de la mano de Peregrino Producciones.

En la actualidad planean seguir tocando en vivo y difundir las canciones que englobaron bajo el nombre “canción subterránea”, en doble alusión a su lugar de trabajo y al famoso mote underground con que se adjetiva a las bandas que recorren un camino alternativo al de la masividad.